Oscuro Secreto

Tabúes, Muros Para el Placer



No seas tu mism@ el que le ponga trabas a vivir

¿Te haces una idea de lo extensa y placentera que podría ser la vida sexual de las personas si no fuese por tantos y tantos tabúes?

En muchas ocasiones nos perdemos momentos que recordaríamos durante años por el simple hecho de creer tener límites que en realidad solo son tabúes. Si, tabúes, y perdonadme si soy reiterativo, tabúes, tabúes, tabúes y más tabúes.

Dice Wikipedia que la palabra tabú designa a una conducta moralmente inaceptable por una sociedad, grupo humano o religión Es la prohibición de algo supuestamente extraño, de contenido religioso, económico, político, social o cultural por una razón no justificada basada en prejuicios. Romper un tabú es considerado como una falta grave por la sociedad que lo impone. Al final parece que los tabúes  no son nada más que prejuicios y eso es lo que nos hace a veces ser tan pobres en nuestra vida sexual.

Sobre todo, este tipo de pobreza se incrementa en el matrimonio o en las parejas de larga duración.

Me sorprendió, poco la verdad, un artículo que leí hace unas semanas en The New York Time sobre un estudio de  realizado por Seth Stephens que, entre otras tristezas, revelaba que hay más de 21.090 búsquedas en Google al mes con la frase “poco sexo” o 17.320 con las frase “no tiene sexo conmigo”. Igual estoy equivocado, pero me da que follamos menos de lo que debiéramos y en muchas ocasiones es por los prejuicios que tenemos en cuanto al sexo. Tenemos una confianza impresionante con nuestras parejas para decirles que nos hagan tal cosa de comer, que nos vamos con las amigas a tomar café, incluso para decir que estamos hartos y que nos queremos separar al mismo tiempo que relatamos todos los defectos que hemos encontrado a lo largo de los años que llevamos juntos, pero somos incapaces de expresar nuestros deseos en cuanto al sexo.

Podríamos describir miles de tabúes que habitualmente se tienen en pareja, pero sería un artículo demasiado largo, así que veamos los 5 más comunes:

Escrúpulos con el sexo oral

“El sexo oral es la forma con la que la mayoría de las personas alcanzan orgasmos más intensos”. Cierto. Puede que hace décadas pudiese visualizarse el concepto en sí como algo desagradable, pero actualmente es una de las prácticas más comunes y satisfactorias que juega un papel relevante tanto para ellos como para ellas en los preliminares.

A muchas mujeres les preocupa enfrentarse tan directamente a olores, texturas o quien sabe a qué, así como que sus parejas se sumerjan en sus zonas más íntimas sin ser plenamente conscientes de que éstas estén completamente limpias. La higiene es importante, cómo no, pero no puede ser un punto obsesivo. Además hay cientos de productos diseñados especialmente para practicar sexo oral, aceites, cremas, lubricantes de sabores… puedes ver algunos en la sección de cosmética erótica.

Miedo a lo nuevo

Ya sea por comodidad, porque han encontrado en el ritual habitual la manera más rápida para llegar al orgasmo, por cansancio o por simple y llana dejadez, son muchas las parejas que cometen el pecado sexual de no querer probar cosas nuevas en la cama.

Aunque hayáis encontrado una posición en la que ambos estéis cómodos y el sexo resulte satisfactorio, repetir el mismo ritual en cada encuentro puede resultar de lo más aburrido. Puede que sigas llegando al orgasmo, ¿Pero son cada vez más intensos? Probablemente no. Es necesario innovar para saber qué puede o no funcionar.

Si la otra persona es capaz de confesarnos alguna fantasía sexual que le encantaría realizar, “en lugar de poner tu cara habitual de ‘¿pero qué me estás contando’?”, piensa en ello. La confianza con tu pareja a la hora de hacer confesiones íntimas y la disponibilidad para atender con naturalidad las confesiones del cónyuge son pilares fundamentales para la salud sexual de ambos.

Conocer tu propio cuerpo

La mayoría de las mujeres tienen su primer orgasmo en solitario, ya que, a diferencia de los hombres, alcanzar el clímax no es un proceso fácil para ellas y tienen qué descubrir dónde y cómo tocar para disfrutarlo. Y como todo trabajo de aprendizaje, la masturbación tiene sus beneficios a medio y largo plazo: el 95% de las féminas que la practican alcanzan el orgasmo.

Muchas lo evitan por vergüenza y por falta de intimidad, pero el esfuerzo de buscar unos minutos para experimentar con sus genitales y localizar zonas de placer tiene sus recompensas. Es fundamental hacernos un mapa sexual  y aprendernos el camino al dedillo –nunca mejor dicho–, para saber guiar a nuestras parejas de cama. Esto último es muy importante, guiar a la pareja no es nada malo, cuanto más disfrutes tú, mas harás disfrutar al otro y el otro a ti y tu al otro y así exponencialmente.

Falta de iniciativa

Es bastante más común de lo que cualquier mujer quiera admitir, pero el hecho es que casi siempre son ellos quienes demandan sexo. Sin embargo, sentirse poderosas, atractivas y sexis al sentarse de pronto sobre ellos en el sofá, bajar sus pantalones o desabrochar sus cinturones, puede conducir a relaciones sexuales bastante más placenteras y lujuriosas que esperar en la cama a que se nos echen encima.

En el caso de los hombres es muy común precisamente eso, esperar a llegar a la cama para abalanzarnos sobre nuestra pareja y esperar que ese día no le duela la cabeza…, quizás si en vez de esperar al rutinario momento de la cama la atracas en la cocina, en el baño o en la escalera… el dolor de cabeza desaparecería al instante.

El sexo rutinario y repetitivo mata la pasión. Iniciar las relaciones sexuales cuando no se espera puede aumentar la libido para ambos. Es conveniente dar el primer paso tan a menudo como sea posible.

Vergüenzas intermitentes

Les pasa a muchas personas que en un momento determinado durante una relación sexual se dejan llevar por unos instantes y dejan volar sus instintos más lujuriosos, se desinhiben, utilizan palabras “hot”, gimen, en definitiva son ellos durante ese momento, pero al instante se avergüenzan y se vuelven de nuevo robots. Una especie de coitus interruptus en el que lo mismo son las chicas o chicos más picantes y lanzadas/os del planeta para pasar de  pronto a taparse  con la sábana ocultando su cuerpo desnudo.

Las anécdotas embarazosas sobre el sexo abundan por doquier, y no es de extrañar teniendo en cuenta la inmensa cantidad de personas a las que les cuesta dejarse llevar y se centran más en las velas, las sábanas de raso y en si la lencería de turno comprada específicamente para la ocasión, está bien o mal colocada. Son muchas las personas a las que les cuesta desinhibirse y se sienten cohibidas, pero, en serio: ¿de verdad creéis que en ese momento a alguien le importa que vuestra ropa interior no conjunte, que no estéis totalmente depiladas/os o que la piel de tus muslos no sea tersa y firme como la de los anuncios de cremas anticelulíticas?

El tiempo es oro, no lo malgastes con tabúes, solo atan y te hacer dejar de disfrutar del sexo como realmente te gustaría.

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